Era una mañana fría, y solo se podía sentir una a una las hojas caer de los arboles. Se podía sentir como bailaban, creando danzas al compás del viento y dando gritos de felicidad. Uno a uno dejan chocar sus ramas, casi casi como saludar. Es entonces cuando empiezan a salir las hadas, en fila india una tras otra de entre los arboles. Recogen las hoja secas que caen de ellos para pintarlos con colores de esperanza y felicidad, guardándolas así hasta el llegar de una primavera.
El invierno se esta haciendo muy largo y frió, pero ellas siguen traviesas y felices. Las hadas saben disfrutar de un buen invierno, cantan y bailan alrededor de los arboles.
Se puede ver a los lejos a Shanin, el hada mas aventura de las que por ahí habitan. Está posada sobre un ave,don Pikel se hace llamar, sentada y esperando tomar vuelo. Aun no tiene alas, o quizás si; pero no las deja ver. Siempre volando sobre aves, alimentándolas, dándoles abrigo y un hogar.
Shanin, comienza a tirar de dos pequeñas plumitas del ave, pidiendo permiso antes de poder volar. Entonces, lentamente uno a uno los pacidos de don Pikel van acelerando, ya esta a punto de despegar.
Recorrer el imponente cielo le resultada tan emocionante. Traspasar las nubes es lo que mas le gusta hacer, posar su pequeño cuerpesillo sobre alguna de ellas y ponerse a descansar; contemplando así desde lo alto lo hermoso que resulta ser el mundo con tal tranquilidad. Ama su vida, ama tal felicidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario